Requerida con urgencia por las entidades del Estado, es también una necesidad para empresas privadas.
La simplificación, permite identificar pasos o tareas innecesarias, que generan lentitud en la gestión, falta de agilidad en la atención de la producción de servicios, o desperdicio de recursos de diversa naturaleza: desde económicos, materiales, así como inadecuado aprovechamiento de las competencias de los recursos humanos, con los que cuenta la organización.
La optimización de procesos, analiza la posibilidad de eliminar esos pasos o tareas, y el rediseño del procesos para hacerlo más ágil y eficiente. Esto a su vez conlleva, a una disminución de costos, desperdicio de recursos, y una mejor gestión de la empresa.
La automatización de procesos, aplicando la tecnología adecuada y disponible en el mercado, permite agilizar acciones y registrar datos que luego se convierten en información valiosa, que hoy en día, pueden estar a su alcance de su mano, a través de las aplicaciones app mobile.
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